HABLANDO SOBRE EL TRABAJO
Para poder obtener nuestro diario
sustento y el de las personas que dependen de nosotros debemos realizar una
actividad remunerativa en la que brindamos un servicio a nuestros semejantes.
Esta actividad es el trabajo.
El brindar un servicio de calidad
a nuestros semejantes es el objetivo que según nuestra dignidad humana le
corresponde a la realización de nuestra actividad laboral. Poder contribuir en
algo al buen desarrollo de los demás,
hacer a los destinatarios de
nuestro trabajo mejores personas con el servicio que les brindamos. He ahí el
objetivo que le corresponde al trabajo humano.
Así pues, debido a que el trabajo
posee un fin noble es indigno para con el ser humano destinarlo a alcanzar con
el mismo un provecho egoísta como es el de enriquecernos materialmente. Si
realizamos el trabajo con ese fin en lugar de lograr volvernos mejores personas
con la realización del mismo hacemos lo contrario, nos volvemos peores, pues
hacemos que nuestro carácter se convierta en el de una persona avara y egoísta
que sólo piensa en su propio provecho y que no le importa el bien de los demás.
En efecto, si hay algo que nos
hace daño como personas que somos es el egoísmo, y si realizamos nuestro
trabajo solo pensando en lo que yo voy a ganar para mí crezco en esa
perversión. Por eso más importante que lo que hacemos es la intensión con que
hacemos las cosas. Hagamos nuestro trabajo por el bien de los demás, y éste se
volverá en causa de perfeccionamiento para nuestra persona.
Un objetivo que debemos poseer es
el de humanizar el trabajo. Gran parte de nuestro tiempo lo empleamos en el
mismo, por tanto debemos hacer lo posible para que tal actividad contribuya al
mejoramiento integral de nuestra persona y de la de aquellos que laboran con
nosotros. Una manera de hacer esto posible consiste en dotar al trabajo de
sentido para que aquellos que lo realizan tomen conciencia del bien que están
consiguiendo para sí mismos, para sus compañeros de trabajo, para sus familias,
para la empresa en la que laboran, para la patria y para la humanidad entera.
Que el trabajador llegue a tomar en cuenta que no sólo se está ganando unos
pesos sino que está contribuyendo al bien de la sociedad. Esto da un profundo
sentido a la actividad laboral y por tanto da plenitud a aquél que la
realiza.
Una tarea prioritaria de los
gobiernos de nuestro país es la de fomentar el empleo. Necesitamos que todos
los hombres y las mujeres que se encuentran en edad productiva puedan acceder a
un trabajo que satisfaga las necesidades propias y las de los suyos y que los
haga desarrollarse en su propia vocación. He ahí la gran tarea que los
gobernantes de nuestra nación tienen asignada. Hay que saber coordinar a los
distintos actores de nuestro cuerpo social para lograr la creación de los
empleos que necesita nuestra gente. Y hay que darles una adecuada formación a
los jóvenes para que ocupen satisfactoriamente los puestos de trabajo que se
generen.
Lograr el abatimiento del
desempleo. Lograr que cada joven pueda tener la esperanza de formar su propio
hogar. Lograr que cada familia pueda obtener su sustento. He ahí la gran tarea
que nosotros los mexicanos tenemos.
Diego Alberto Treviño
Rodríguez