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sábado, 8 de junio de 2013

LA INSEGURIDAD EN MEXICO

Es muy triste constatar la situación de inseguridad que se vive en nuestro país. A todos los mexicanos de una manera o de otra nos ha afectado la ola de violencia que el crimen organizado ha desatado en los últimos años en nuestro territorio nacional. Cómo quisiéramos que nada de eso existiera, que todo eso fuera como una pesadilla de la cual despertáramos aliviados de que solo fue un mal sueño, pero no, se trata de una realidad que a todos nos está afectando.

Es en esta deplorable situación en la que debe manifestarse lo mejor que hay en nosotros, nuestro amor a la patria, nuestro amor a nuestra familia, la solidaridad que hay entre nosotros los mexicanos. Es un problema que tenemos como nación y como tal solo unidos como pueblo lo podemos solucionar.

Desde tiempo inmemorial la vida entre nosotros los seres humanos ha sido una constante lucha. Cuando cada uno de nosotros nacemos no entramos a un paraíso que nos asegura nuestra dicha, no, claro que no. Cuando nacemos entramos, querámoslo o no, a un campo de combate en el que no está asegurada la plena realización de nuestra persona. Y como muestra de esto se encuentra la primera realidad a la que nos enfrentamos al nacer: nuestros padres. Ellos, aunque tengan muchas cualidades no son seres perfectos. Se encuentran por desgracia en posesión de muchos defectos, los cuales querámoslo o no nos van a afectar en nuestro desarrollo cómo personas. Y así cómo esto se encuentra por extensión la sociedad humana que nos acoge: tiene cosas positivas y tiene cosas negativas. Por eso vivir consiste en saber aprovechar lo positivo que hay en nuestro entorno y saber negarse uno mismo a todo lo negativo que se nos presenta.

Entre las cosas más negativas que hay en la vida se encuentra el negro mercado del consumo de la droga y toda la maldita maquinaria que se encuentra detrás de la misma y que hace que esta se pueda producir y distribuir. Lo básico que debemos hacer para eliminar tan gran mal que está entre nosotros es saber decirle que no a la droga, y saber educar a las personas que están bajo nuestra responsabilidad para que también le digan que no a esa falsa obtención de felicidad. Y lo segundo que debemos hacer ya es responsabilidad de los gobiernos de nuestras entidades: combatir a los productores y distribuidores de la droga hasta vencerlos y llevarlos ante la justicia.

Es precisamente en estas graves crisis en la que se muestra el material del que estamos hechos. Algunos, debido al mal proceder que han tenido en su pasado, ante estas calamidades se acobardan y se desesperan; otros, por el contrario, debido a los buenos valores que han vivido comienzan a manifestarse con mayor entereza y lucidez. Como éstos últimos debemos ser. Fuertes, sólidos. No sólo con confianza, sino con la capacidad de trasmitir ésta a los demás; sobretodo a aquellos que dependen de nosotros y que tenemos la responsabilidad de guiar por la vida, como a nuestro cónyuge, a nuestros hijos o subalternos.

Confianza, confianza es lo que debemos esforzarnos por tener para unidos superar éste terrible mal. Saber enfrentar la presente situación con determinación y en unidad con todos los mexicanos de buena voluntad, y si es preciso, dar la propia vida por el bien de nuestra sociedad.


Diego Alberto Treviño Rodríguez.

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